Ser víctimas de nuestra ansiedad no es para nada agradable. Perder los estribos de nuestros nervios y dejarlos hacer con nosotros lo que quieran puede traernos muchos problemas por lo que aprender a controlarnos será fundamental si sufrimos de ansiedad, esta condición tan popular en estos días.
Si no queremos tener repercusiones en nuestra salud utilizar técnicas de relajación será fundamental para poder cuidarnos.
La técnica basada en la respiración diafragmática es la más utilizada a la hora de aprender a controlar nuestras ansiedades y mantener alejado el estrés de nuestra persona.
Su práctica es sencilla y si bien deben incorporarse unas nociones básicas a la hora de su realización no tendrá secretos una vez que hayamos comprendido la simpleza de su funcionamiento.
La relajación diafragmática puede emplearse cada vez que sintamos que nuestra ansiedad comienza a desbordarse y a tomar control de nuestra situación. Es importante que nos mantengamos tranquilos y seamos consientes que estamos capacitados para hacernos cargo de nuestra condición y que nada puede perturbarnos si nos lo proponemos.
Si bien su nombre indica de qué se trata (utilizar el diafragma para respirar) siguiendo estos sencillos pasos podemos comenzar en nuestros hogares a practicar esta técnica de relajación para encontrarnos duchos si en algún momento nuestra ansiedad nos supera:
- Colóquese una mano en el pecho y otra sobre la boca del estomago, así usted será consiente de su flujo de aire y podrá dirigirlo a conciencia a la parte baja de sus pulmones, ósea a la panza.
- Tome aire sin hinchar el pecho y asegúrese de que sus pulmones comienzan a inflarse desde la parte mas baja de los mismos, para ayudarles hinche su panza.
- Cuando sientas que has llenado toda tu barriga con aire aguanta la respiración durante unos instantes y luego suelta el aire lentamente haciendo una leve presión con la panza para expulsar el oxigeno de tus pulmones. Repite esta operación hasta que sientas que una calma comienza a invadirte.