No existe tal cosa como el éxito Express. Si esto fuese tan fácil nadie siquiera lo intentaría. La única formula a la que podemos apelar es nuestro esfuerzo o a gastar nuestro salario en billetes de lotería.
De todas maneras muchas personas dedican su vida a buscar ese golpe de suerte que los sacara por la puerta grande de su situación actual. Aquí algunos ejemplos de estos tan particulares personajes.
Los buscadores de Oro: Aunque nos resulte algo propio de historias de vaqueros aun en la actualidad existen personas que se dedican a este oficio tan arduo como extraño. En los estados más al norte de Brasil suele estar minado de buscadores de fortunas que darán su vida por una pepita o por un diamante.
La mayoría solo vuelve a sus casas con algo de polvo de oro pegado en las mallas y nada más. Pero hay casos en los que algunos afortunados no han tenido que volver a tomar un pico y una pala en sus vidas, como el del australiano que halló con un simple detector de metales una pepita de oro de 5 kilos que se encuentra valuada en 370.000 dólares.
Los buscadores de Tesoros: Se dedican principalmente a la búsqueda de galeones hundidos que iban repletos de oro y plata desde America a España en la época de la conquista. Si bien puede parecer una locura de gente desesperar por adquirir el éxito de una manera Express, muchos tienen más éxito del que se espera.
Si bien este oficio pretende volver a sus practicantes ricos de la noche a la mañana, de Express tiene poco y nada: Rig Mead y Richard Miles dedicaron treinta años de su vida a encontrar un tesoro perdido hace más de dos milenios, y finalmente encontraron el éxito y el botín valuado en 16.237.600 dólares ¿Desperdicio de tiempo? No lo creo.