Saltar al contenido

Las tres oraciones diarias de protección católicas

  • por

Rezar puede ser una oportunidad para agradecer a Dios por sus bendiciones. Raza a las tres oraciones diarias de protección católicas para protegerte a tí y a tu familia.

En la vida, muchas veces nos encontramos con situaciones que nos superan y nos sentimos indefensos ante el mal que nos acecha.

En esos momentos de incertidumbre, la oración puede ser un poderoso recurso para encontrar la protección y la fuerza que necesitamos para seguir adelante.

En este artículo, te presentamos tres oraciones diarias de protección católicas que pueden ayudarte a sentir la presencia de Dios en tu vida y a protegerte de todo mal.

Acompáñanos en esta reflexión y descubre cómo estas oraciones pueden ser una fuente de consuelo y fortaleza para tu alma.

Las tres oraciones diarias de protección católicas

Las tres oraciones diarias de proteccion catolicas 1

Existen varias oraciones diarias de protección católicas, aquí te presento tres de ellas:

Oración al Ángel de la Guarda:

Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.

No me dejes solo que me perdería.

Ángel de Dios, que eres mi custodio, ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname.

Amén.

Oración a la Sangre de Cristo:

Sangre de Cristo, precio de mi salvación, sálvame, límpiame y protégeme.

Que tu sangre sea un escudo para mí, protegiéndome de todo mal y peligro.

Que tu amor y tu gracia me acompañen siempre y me guíen en mi camino.

Amén.

Oración a San Miguel Arcángel:

las tres oraciones diarias de protección católicas

San Miguel Arcángel, defensor del cielo y protector de los fieles, defiéndeme en la batalla y protégeme en todo momento.

Que tu espada poderosa aleje de mí a todo enemigo visible e invisible, y que tu escudo me proteja de las fuerzas del mal que puedan amenazar mi vida y mi alma.

Intercede por mí ante el Señor y haz que siempre siga su camino de verdad y amor.

Amén.

Las tres oraciones diarias de protección católicas

Existen varias oraciones diarias de protección católicas, aquí te presento tres de ellas:

Oración al Ángel de la Guarda:

Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.

No me dejes solo que me perdería.

Ángel de Dios, que eres mi custodio, ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname.

Amén.

Oración a la Sangre de Cristo:

Sangre de Cristo, precio de mi salvación, sálvame, límpiame y protégeme.

Que tu sangre sea un escudo para mí, protegiéndome de todo mal y peligro.

Que tu amor y tu gracia me acompañen siempre y me guíen en mi camino.

Amén.

Oración a San Miguel Arcángel:

San Miguel Arcángel, defensor del cielo y protector de los fieles, defiéndeme en la batalla y protégeme en todo momento.

Que tu espada poderosa aleje de mí a todo enemigo visible e invisible, y que tu escudo me proteja de las fuerzas del mal que puedan amenazar mi vida y mi alma.

Intercede por mí ante el Señor y haz que siempre siga su camino de verdad y amor.

Amén.

Las tres oraciones diarias de protección católicas

Aquí te presento tres oraciones diarias de protección católicas diferentes:

Oración a la Santísima Trinidad:

Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios verdadero y eterno, te adoro, te amo y te doy gracias.

Te ofrezco mi corazón y mi vida, consagrándolos a tu servicio.

Protege mi alma y mi cuerpo de todo mal, líbrame de todo pecado y ayúdame a cumplir tu voluntad en todo momento.

Amén.

Oración a la Virgen María:

Santa María, Madre de Dios y Reina del Cielo, en ti confío y te encomiendo mi vida y mi alma.

Protege mi hogar, mi familia y a todos aquellos que amo.

Ayúdame a ser fiel a tu Hijo, Jesucristo, y a seguir tus enseñanzas de amor y humildad.

Intercede por mí ante Dios y líbrame de todo mal.

Amén.

Oración al Espíritu Santo:

Espíritu Santo, dulce huésped del alma, ilumina mi mente, fortalece mi corazón y guía mis pasos.

Líbrame de todo mal y protégeme de los peligros del mundo.

Ayúdame a ser fiel a los mandamientos de Dios y a vivir en gracia.

Haz que mi vida sea una constante alabanza a Dios y un testimonio de tu presencia en mí.

Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *