- Edad Dormir tranquilamente
- se ha vuelto casi imposible, por el estrés, los problemas cotidianos y la situación de nuestros países
- medios de comunicacion contaminación psicológica
- Dormir Ayuda
- recuperar energías
- consolidar la memoria
- restaurar el cuerpo
- tranquilizar la mente
- nuestra vida llena de estres
- nos debilitamos
- no dormimos bien
- nuestro cuerpo no descansa
- la mente sigue trabajando
- ¿La oración es la solución?
- ¿hemos dejado de creer en Dios?
- Ya no tenemos fe cuando rezamos
- Rezamos de forma mecánica
- Un salmo que te ayudará a dormir muy bien
- Pero antes
- Para restaurar tus energías
- usar tu imaginación
- visualizarte como la persona que quieres ser
- creer que puedes lograrlo
- sentir que puedes lograrlo
- convertirte en la meta y el camino
- ser uno con tu ideal
- para rezar correctamente debes creer
- estar totalmente convencido
- entregarte en cuerpo y alma a la oración
- no pedir sino agradecer
- acorta el camino
- disminuye el estrés
- te llena de alegría
- te recompensa
- hacer que sea una costumbre
- no es soñar sino más allá del sueño es sentir que estás uniéndote con tu objetivo
- tus noches deben ser de placer porque sientes que te acercas cada día más
- dios es el nexo entre tú y tu deseo
- dios te permite reducir el estres cotidiano porque lo dejas todo en sus manos
- pero actúas de forma activa con tu fortaleza y tu sabiduría
- que son regalos de Dios
- Alabar a Dios es el primer paso
- El segundo paso es definir la persona que quieres llegar a ser
- virtudes físicas, mentales, emocionales
- habilidades
- amistades
- el tercer paso es imaginarte y sentirte cada día como si ya fueras esa personas, no importunan las apariencias ni lo que digan los demás, ni lo que te diga el ruido mental o los pensamientos intrusivos
- salmo 86
Inclina, oh Dios, tu oído, y escúchame,
Porque estoy afligido y menesteroso.
2 Guarda mi alma, porque soy piadoso;
Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
3 Ten misericordia de mí, oh Dios;
Porque a ti clamo todo el día.
4 Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.
5 Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
6 Escucha, oh Dios, mi oración,
Y está atento a la voz de mis ruegos.
7 En el día de mi angustia te llamaré,
Porque tú me respondes.
8 Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses,
Ni obras que igualen tus obras.
9 Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor,
Y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Solo tú eres Dios.
11 Enséñame, oh Dios, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.
12 Te alabaré, oh Dios Dios mío, con todo mi corazón,
Y glorificaré tu nombre para siempre.
13 Porque tu misericordia es grande para conmigo,
Y has librado mi alma de las profundidades del Sol.
14 Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí,
Y conspiración de violentos ha buscado mi vida,
Y no te pusieron delante de sí.
15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente,
Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,
16 Mírame, y ten misericordia de mí;
Da tu poder a tu siervo,
Y guarda al hijo de tu sierva.
17 Haz conmigo señal para bien,
Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados;
Porque tú, Dios, me ayudaste y me consolaste.