Las noches de luna llena tienen cierta “magia”. Aquellos que estén familiarizados con la meditación deberán tener en cuenta poner en practica la Meditación Lunar.
Esta se practica la noche de luna llena donde miles y miles de personas alrededor del mundo se concentran y dedican su atención a nada más que a la luna. Los beneficios que podamos obtener dependerán de cual sea nuestra intención a la hora de ejecutarla.
Todos sabemos como son afectadas las mareas por la posición en que encuentre la luna con respecto a la tierra. Teniendo en cuenta que nuestro cuerpo es un 70% agua podemos imaginar cuales son los efectos que tiene la luna en nosotros. Partiendo de esta premisa tendremos que realizar la Meditación Lunar en un día donde la luna este completamente llena.
¿Cómo practicarla? Deberemos sentarnos ofreciendo nuestra espalda al este o al oeste, en un lugar donde los rayos de la luna den de lleno en nuestro cuerpo. Una vez allí realizaremos una secuencia de respiración prestando atención al ingreso y al egreso del aire en nuestros pulmones. Una vez que hayamos aquietado un poco nuestra mente comenzaremos con la visualización.
Imaginaremos que un rayo plateado de luz de luna ingresa por nuestra coronilla y comienza a llenar todo nuestro cuerpo con su radiante belleza. Cada uno de los destellos de esta incontenible fuerza purificadora ira limpiando cada parte de nuestro organismo elevando las energías negativas que podamos estar hospedando en nuestro interior y transmutándolas en fuerza creadora.
Esta luz debe ingresar hasta en el último resquicio de nuestro ser. Cada parte de nuestro cuerpo debe ser invadida por este rayo de luz. Completada la visualización pondremos fin a la Meditación Lunar volviendo a prestar atención a nuestro ciclo de respiración. Su práctica mensual no asegurara mantener alejadas las ondas negativas de nuestra persona, ayudando a que nuestras energías estén al máximo todos los días.