Todos estamos familiarizados con la imagen de la cantante de opera rompiendo una copa utilizando el poder de su voz. Este fenómeno conocido como resonancia puede aplicarse también en las personas, y no me refiero precisamente a hacerlas estallar.
El liderazgo resonante se distingue por lograr hacer “vibrar” en el subordinado las emociones positivas del líder, conformando así un sólido grupo de trabajo.
Lograr contagiar la pasión por el trabajo es una tarea de la cual un líder se debe encargar de cumplir. Con mantener un ánimo alto ya se estará dando un gran paso en este camino.
La energía positiva que emana una persona puede ser captada por otras y entrar de esta manera en sintonía. Un grupo de trabajo feliz es un grupo de trabajo eficiente, que dará lo mejor de si por el simple hecho de disfrutar mientras lo hace.
Liderazgo resonante es sinónimo de gran eficiencia los últimos días. Un líder de estas características debe poder arengar a su grupo de trabajo haciendo uso de su receptividad emocional.
Saber canalizar las emociones personales de su staff y tener siempre una lectura amplia de cuales son las condiciones en las que el grupo esta trabajando, será una cuestión básica para poder transmutar los humores de su equipo hacia lo positivo.
Y positivo siempre será equivalente a productivo en el mercado. Es casi un arte lograr influenciar positivamente a un grupo de trabajo, siempre existe la posibilidad de generar sentimientos negativos en el personal por lo que siempre se deberá atender puntualmente a las emociones de cada uno de los integrantes del grupo, ya que todo el sistema comenzara a fallar si hay un individuo emitiendo ondas negativas.
Si se encuentran interesados en ampliar sus conocimientos sobre el tema los invito a adquirir la obra de Richard Boyatzis “El Liderazgo Resonante”, en el se explica paso a paso cual es el camino a seguir para convertirnos en exitosos lideres que contagiaran a su equipo de un fervor único por el trabajo.