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Psicologia felina: psicologia del gato, caracter y temperamento, personalidad y comportamiento

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Te damos todas las claves para entender el comportamiento de nuestros gatos. Los gatos como animales de compañía se han adaptado a vivir con nosotros. Los gatos tienen

fama de manipuladores y quien haya cuidado uno sabe lo difícil que es ignorar sus peticiones. En este articulo te damos las caracteristicas del aminal felino para que
lo puedas entender.

Psicología del gato

I:_CARÁCTER Y TEMPERAMENTO

 

El gato es uno de los animales de compañía más común en todo el mundo.

No obstante tenemos la certeza que tanto quienes poseen un felino, o quienes desean uno, y lo quieren como mascota de compañía, están solo parcialmente informados
sobre ellos y su forma de vivir con los humanos.

Gozan de una personalidad realmente interesante y su independencia hace que muchos dueños sientan que ellos los abandonan cuando ven llegar la noche, ya que su regalón
abandona el hogar y se adentra en los secretos de la ciudad.

Aristocráticos y agudos, cazadores, cariñosos y por sobre todo independientes son algunas de las características de los gatos. Pero no debemos olvidarnos que como en
todas las razas hay distintos temperamentos y que entre ellos debemos buscar el que más se acerque a nuestra forma de vivir y ser.

Cuando ya hemos decidido tener una mascota de estas o si es que ya la tiene usted en casa, es importante tener en cuenta un par de consideraciones para relacionarse
con estos felinos que tienen personalidades polifacéticas y por supuesto algunas mañas.

La personalidad del gato

El gato es en esencia un animal independiente, curioso, dormilón, de admirable destreza física. Sus características de flexibilidad corporal y resistencia lo
convierten en un gimnasta natural capaz de realizar innumerables piruetas, saltos y trepas casi por cualquier parte. Pero, sin duda la principal característica de
estos animalitos es su personalidad. Para tratar a un gato se debe poner en su posición, es decir pensar como un gato.

Él quiere su propio espacio, el cual debe ser respetado para una adecuada convivencia. No debe olvidarse que el gato es un ser independiente, muy distinto a los
perros por ejemplo. Sin embargo, ¿Cómo nos ven los gatos?, la respuesta es muy simple, ellos nos ven como si fuéramos su mamá. Puede notarlo cuando él se acerca a
usted con la cola tiesa en alto al igual cuando los cachorros corren hacia su madre gata. El reclamará cuando tenga hambre, se sienta incómodo o simplemente requiera
su atención tal como lo hizo con su madre cuando era pequeño. En el desarrollo de esta sección iremos dando más información para que la convivencia con su gato sea
cada vez más grata y pueda disfrutar a plenitud de esta formidable mascota.

Pero para empezar a conocerlos mejor dividamos su carácter en cuatro tipos:

Los tímidos:

Ellos generalmente se mantienen a distancia por un buen tiempo y en el primer encuentro con usted se retirarán a su rincón para observar desde ese lugar. Los primeros
contactos que usted debe establecer con él deben ser muy cautelosos, pero una vez que se rompa el hielo, se transformará en un animal muy apegado a los “suyos”, aunque
seguirá desconfiando de quienes no conozca.

Es importante no decepcionarle, ya que será muy difícil obtener su confianza nuevamente. Es bueno mimarlo, tratarlo con cuidado y hacerle cariños con lentitud.

Los extrovertidos:

Estos gatos no tienen una gota de temor frente a la presencia del hombre. Luego de una etapa de retraimiento, se acercará a usted amistosamente y se dejará acariciar.
No se asuste si él o ella encuentran el mejor refugio entre sus brazos. Suelen ser activos, curiosos y juguetones con los niños, mientras no le tiren la cola y se le
respeten sus largas horas de siesta. Aunque su comportamiento sea abierto, un gato nunca soportará ser atosigado. Recomendamos que sea él quien se acerque
voluntariamente a jugar o pedir cariños, ya que con su personalidad no le costará ser indiferente.

Los tranquilos:

Si usted gusta de la calma y el sosiego se sentirá estrechamente unido a este tipo de gatos. Son equilibrados y se llevan muy bien con sus congéneres. Este tipo de
mininos se toma su tiempo para relacionarse con el hombre, pero no por temor, sino porque le gusta hacerlo todo con calma y sin apuro. Son compañeros ideales para
viajes, pues pueden pasar horas y horas en su cesto sin maullar.

Este tipo de felinos nunca padece de estrés, pues parece no inmutarse con nada, no es retraído, sino que le gusta observar desde su sitio. Si usted aprecia esta
diferencia de matices, se dará cuenta a quien tiene al frente.

Los caprichosos:

Sería mejor decir que es un gato sensible y susceptible. Enseguida lo toma todo a mal y su “enojo” puede durar horas. Y mucho cuidado con que alguien quiera quitarle
algo que él había visto antes, porque dispone de muchas artimañas para dejar bien en claro quien es el que lleva la batuta. No es un gato para gente ruidosa pues es
nervioso y asustadizo. Aunque algunos científicos señalan que los colores podrían determinar el carácter de estos felinos, aun no se ha llegado a una conclusión. La
mejor recomendación que le podemos dar es solo observar, para que usted aprenda de él y así el también asimilará las costumbres de su hogar.

Dentro del facto temperamento encontramos todas las características heredables incluyendo su adaptación misma que dependerá de la edad del gato ya que si es joven
tardará poco en adaptarse al cambio de hogar y si va atener hermanos.

Si el gato ya es grande la adaptación es un poco complicada debido a que ya se formó su carácter en el ambiente donde se desarrollaba y por consiguiente habrá que
buscar la forma adecuada de tratarlo. Dentro de esta clase ser dividen en :

Gato Temeroso: ha tenido malas experiencias con el hombre y puede tener miedos que lo obliguen a esconderse constantemente

Gato Difícil: Un gato así suele arañar y morder cuando se le intenta agarrar

 

II: COMPORTAMIENTO

Otro factor que integra la personalidad es el comportamiento que comprende encuentros con amigos (otros gatos), marcaje, agresividad y supervivencia.

Hace 9000 años, empezó en Oriente Medio la relación entre el hombre y el gato, muy fluctuante, ya que en el antiguo Egipto se le adoró como a un dios y en la Edad
Media se le persiguió como a un aliado del demonio.

Y es que hay algo en la personalidad del gato que inquieta a la especie humana, que no acaba de comprender a ese enigmático compañero de ojos intensos, que guarda
tanto las distancias…

Los gatos son seres, controlan sus emociones mejor que los humanos, son más ágiles que los perros o que cualquier otro animal doméstico. Autosuficientes, controlados,
independientes., fuertes, silenciosos, dotados de una estructura física excepcional, la fortaleza de sus miembros sólo decae con la edad.

Sin embargo, a menudo no lo entendemos y esto se debe a que, a diferencia de los perros, mucho más miméticos, los gatos son muy distintos a sus amos. Por ejemplo, al
igual que los seres humanos, los perros son animales gregarios, que dependen de la compañía de los de su especie.

Ambos hemos desarrollado un lenguaje corporal de acogida: los humanos sonreímos y saludamos; los perros se agitan, dejan caer las orejas y mueven la cola. Pero, los
gatos tienen un comportamiento distinto, al encontrarse todavía en un proceso evolutivo, desde el estadio de cazadores solitarios al de especie sociable. Se
incorporaron a la especie más tarde que cualquier otra especie animal doméstica y de pronto, durante este siglo, se han vuelto populares hasta el punto de que se
calcula que en el mundo hay más de 200 millones, lo que los convierte en los felinos más celebres de la historia.

 

Psicología felina: ¿para qué sirve un gato?

Y no me refiero a la ya olvidada, y poco higiénica, función de cazar ratones.

¿En qué nos afecta psicológicamente tener un gato en nuestra vida?

Pues según un estudio realizado con 212 parejas poseedoras de uno, tener un gato alivia las penas pero no ayuda a mejorar nuestra situación anímica. Al parecer en esta
última parte, la de la mejora, sólo puede ayudar el compañero o compañera de nuestra misma especie (o uno mismo, supongo).