El concepto autoestima ha sido definido por De Nevares (2002), Rubin (1991), Maslow (1979), Rosenberg (1965). El concepto ha ido evolucionando desde un ámbito científico a uno popular (Larra, 1999). Martin (2003) define autoestima como “un concepto, una actitud, un sentimiento, una imagen y está representada por la conducta. Es la capacidad que tenemos con dignidad, amor y realidad”. Burns (Zamorano, 2003) presenta la autoestima como un conjunto de actitudes del individuo hacia sí mismo.
Nathaniel Branden(1999) define autoestima como la experiencia de ser aptos para la vida y para las necesidades ésta, y aunque considera que esta definición aún se puede perfeccionar, también la define como:
- La confianza en tu capacidad de pensar y de enfrentar los retos que la vida te presenta.
- La confianza de tu derecho a la felicidad, de ese sentimiento que te dignifica y te hace merecedor de valorarte a ti mismo como persona, y las aportaciones que haces al mundo como tal.
La Asociación Nacional para la Autoestima (National Association for Self-Esteem) define autoestima como la experiencia de tener capacidad para enfrentar los desafíos de la vida y ser merecedor de la felicidad. Las personas que tienen una autoestima auténtica y saludable se ven a si mismas como seres humanos positivos, responsables, constructivos y confiables.
Definición de autoestima segun Maslow
Abraham Maslow, en su jerarquía de las necesidades humanas, describe la necesidad de aprecio, que se divide en dos aspectos, el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza, pericia, suficiencia, etc.), y el respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación, etc.). La expresión de aprecio más sana según Maslow es la que se manifiesta «en el respeto que le merecemos a otros, más que el renombre, la celebridad y la adulación».
El concepto capitalista de la autoestima: críticas y controversia
El concepto de autoestima, tal como se entiende en la sociedad norteamericana, donde, con fundamentos psicoanalíticos, se rinde culto al ego y se admite en gran medida el narcisismo (incluso se habla de «narcisismo saludable»),14 ha sido criticado desde diferentes campos, y especialmente por figuras como el Dalái Lama, Carl Rogers, Paul Tillich y Alfred Korzybski.15 16 17 18 19
Tal vez las críticas teóricas y operativas más duras provengan del psicólogo estadounidense Albert Ellis, quien en numerosas ocasiones ha calificado la filosofía de la autoestima como esencialmente autofrustrante y destructiva en última instancia.20 Ellis considera que, aunque la propensión y tendencia del ser humano hacia el ego es innata, la filosofía de la autoestima aparece en un análisis definitivo como irreal, ilógica y destructiva para el individuo y para la sociedad, proporcionando más daño que beneficio. Cuestiona los fundamentos y la utilidad de la fuerza del ego, y afirma que la autoestima está basada en premisas definitorias arbitrarias, y sobre un pensamiento sobre-generalizado, perfeccionista y ostentoso.20 Admite que la consideración y valoración de los comportamientos y características son funcionales e incluso necesarios, pero ve la consideración y valoración de la totalidad de los seres humanos y la totalidad de uno mismo como irracionales, antiéticas y absolutistas. Según Ellis, la alternativa más saludable es la autoaceptación y aceptación de los demás de forma incondicional.21 Utiliza una psicoterapia denominada Rational Emotive Behavior Therapy («terapia de comportamiento emotivo racional»).22