Puede ser duro hacer frente al día a día, puede que nos encontremos cansados, tanto espiritual como emocionalmente y que no hallemos la manera de seguir adelante. Las palabras afirmativas pueden ser de gran ayuda para todo aquel que se encuentre en una situación de este tipo. Creer en nosotros mismos y recordarnos con cada acción lo valiosos y capaces que somos es primordial para salir adelante.
Esta comprobado que una actitud positiva hace verdaderos milagros, las palabras afirmativas producen fenómenos que la física cuántica intenta explicar a través de documentales como “What the Bleep Do We Know?”. Esto no es cuestión de ser optimistas y decirnos a nosotros mismos que todo estará bien, esto se trata de creer desde lo mas profundo de nuestro ser que nos merecemos una suerte mejor. Enunciar de forma correcta nuestras intenciones para nuestra vida es una de las mejores maneras de poner en práctica este método. Las palabras afirmativas se fijaran en nuestro inconsciente y operaran en nosotros en niveles que ni siquiera sospechamos, ayudándonos a superar todo tipo de vado emocional gracias a la fuerza de la fe. Louise Hay en su obra nos invita a re-descubrir el poder de la palabra y a hacernos sentir que tenemos un verdadero poder y control sobre nuestras vidas. Las afirmaciones planteadas en el Tratamiento de Merecimiento intentan hacernos ver que realmente merecemos todo aquello que creamos merecer y que esto llegara a nuestras vidas ni bien comencemos a creer fervorosamente en ello:
Merezco la vida, una vida buena.
Merezco el amor, abundante amor.
Merezco la salud.
Merezco vivir cómodamente y prosperar.
Merezco la alegría y la felicidad.
Merezco la libertad, la libertad de ser todo lo que puedo ser.
Merezco muchas cosas más que todo eso: merezco todo lo bueno.
Si están interesados en profundizar en esta materia les recomiendo que lean la siguiente obra , de esta autora de fama mundial, que con sus palabras a logrado ayudar a personas de todo el mundo, alentándolas a superarse cada día dejando de lados los miedos e animándolas a abrazar todo aquello que realmente se merecen: todo lo bueno.