Nuestras finanzas personales son la base de la pirámide de nuestra economía, si no sabemos manejarlas podemos estar en un serio problema.
En nuestro día a día operamos a diarios con nuestras finanzas, pero lo hacemos de una manera tan inconciente que es muy probable que tarde o temprano cometamos errores de juicio que nos harán creer que necesitamos de un diplomado para hacernos cargo de nuestra propia economía.
No tema, esto no es tan terrible como puede parecerle en un principio. Deje el diplomado a los catedráticos y abóquese a organizar sus finanzas de una manera efectiva que le facilite el desarrollo de su cotidianidad sin tener que sucumbir a las famosas presiones de fin de mes cuando sentimos que no llegaremos hasta nuestro próximo sueldo si no es por intervención divina o por un afortunado billete de lotería.
Racionalice su consumo y póngase pautas a seguir. Tome nota de aquellas situaciones en las que el resultado de su organización fue exitoso y pudo llegar a su próxima paga sin tener que rezarles a los santos y a los brujos.
Marque en un calendario los meses en los que consiguió mejores resultados y marque aquellos en los que las equivocaciones lo volvieron un mes imborrable de su memoria. Estas notas lo ayudaran a futuro.
Si puede resultarle útil el trabajo que han realizado algunos que si se han diplomado en finanzas y quieren colaborar con usted para que no sucumba ante sus malas decisiones. Alguno de los siguientes libros lo orientaran e instruirán en esta materia para que no ande a tientas y adquiera las nociones básicas para que pueda moverse con soltura dentro de sus posibilidades económicas sin cometer errores fatales.